El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar sufre "el peor ejemplo de destrucción" medioambiental en uno de los pocos parajes vírgenes que quedan en el Mediterráneo, según mantiene la organización ecologista Greenpeace en su informe Destrucción a Toda Costa, que recoge las amenazas que la urbanización y la contaminación suponen para el espacio.
Para la responsable de campaña de Costas de Greenpeace, Pilar Marcos, la declaración de un espacio protegido puede servirles los responsables políticos para "ponerse medallas sobre su apuesta por salvar la costa". Sin embargo, cuando "descubren que esa protección es incompatible con algún proyecto urbanístico, intentan saltarse la norma que ellos mismos elaboraron, convirtiendo a estos espacios en 'parques de papel', en papel mojado", añadió.